La imagen de una Diosa, segura de si misma, es para un siervo motivo de adoración, si además, esta disfrutando de su bebida cómodamente en su sofá, invita al esclavo a obedecer sin rechistar. Vas a seguir mis ordenes, arrodillado ante mi, disfrutando de la visión de tu Dueña ante ti, por encima tuyo. Mis deliciosos pies, harán las delicias de tu lengua y nariz, puedes adorarlos, tienes mi permiso. Quiero que me veas con unos bellos tacones a juego con las uñas de mis pies, si te portas bien, podrás lamerlos. Se que te excitas con solo pensarlo, y que tu polla se hincha y te entran ganas de masturbarte, pero lo harás como yo te diga, cuando yo quiera, eres un ser inferior, y como tal seguirás mis indicaciones.