No eres lo suficientemente bueno, para aspirar a ser mi perro lamedor, o crees que si? De momento, solo tienes permiso para verme, e imaginar que se siente, al tocar mi suave y sedosa piel de Diosa. Siempre siguiendo mis ordenes, no olvides que eres inferior a mi, solo eres un humilde esclavo. Y has de actuar en consecuencia, así que tu trabajo será lamer la suela de mis sandalias, y ver como se mueven mis deliciosos deditos, con sus uñas pintadas de azul. Veras que mi satisfacción va en aumento, me encanta verte así, humillado ante mi. Saca la lengua cerdo! lame mis escupitajos del suelo, me complace. Te voy a dar un premio, mis bragas sudadas y con la marca de mis fluidos, que suerte tienes! Así mantendrás tus labios cerrados, ni dirás tonterías. Que mejor bozal? Que el aroma de mi coño en tu boca...