Este clip es un fragmento de una sesión de internamiento de 8 horas en el zulo de mi mazmorra. Después de llevar unas 4 horas en silencio y en la oscuridad, saco a mi esclavo del subterráneo esposado de manos y aun con una mascara que lo deja sin visión. Quiero saber como se encuentra, y escuchar de su voz, que va sintiendo en esta situación tan extrema. Aunque estamos en pleno verano, en la silla del sótano en la que esta atado, hace un clima bastante fresco, así que decido calentar el culo y la espalda de este siervo. Que satisfacción siento, al castigar y educar a mi esclavo, su entrega esta fuera de toda duda, y eso para mi, lo es todo. Soy generosa, y alterno su tormento, con momentos de adoración a mis pies y culo. El látigo guiado por mi mano, marca como se merece la piel de mi propiedad, y al acabar de nuevo al zulo...