Mientras esperaba que mi amiga Diana llegará de compras, llegó su novio Henry y me sorprendió en el balcón admirando el paisaje y como no podía dejar pasar la oportunidad de darle una cálida bienvenida; Lo invité al balcón para seducirlo y luego chuparle la polla como si fuera un caramelo. Fue una mamada deliciosa y caliente que hizo que Henry tuviera mucho éxito e hizo que me follara salvaje y dominante en su cama y la de su novia.