Me apetece hacerte sufrir un poquito poniéndote los pien bien cerca para que los adores como merecen, cada uno de mis dedos, el arco de mi pie, y todo lo que lleve en las plantas de andar por casa mientras me preparaba un café. Ahora quiero que te quedes ahí mirando como me empiezan a sudar y cuando estén bien mojados los vas a limpiar con tu lengua mientras me das las gracias porque te dé este sabroso regalo. Te provoco con las suelas de mis pies, eso te pone tan débil que no podrás sacarlas de tu cabeza.
Show More