Me excita mucho, tener al hombre arrodillado, esclavizado y sometido, y ordenarle abrir la boca. Convertirlo en mi puta, esperando que introduzca mi gran polla en su garganta, y sabiendo que lo hace por mi. Aunque soy consciente que todos acabáis disfrutando como zorras en celo. En esos momentos de excitación, harías cualquier cosa que os pida, y por supuesto, me gusta aprovecharme de vosotros. Me gusta poneros cachondos, con mi culo envuelto en cuero, provocaros con mis preciosas tetas, y  humillaros haciendo que lamáis mis taconazos. Se que queréis haceros una paja, pero todo a su tiempo, cuando yo os lo diga.